Después de muchos años sin una regulación en España, por fin se ha legislado el juego en Internet. No sin críticas. La ley tiene un ánimo recaudatorio, más en estos tiempos de crisis en los que se necesita el dinero más que nunca, por lo que las previsiones recaudatorias de la Comisión Nacional del Juego superan los 10 millones de euros. Se aplicará un nuevo impuesto que grava hasta el 22% del ingreso bruto en caso de apuestas deportivas, un 15% del ingreso bruto en caso de apuestas hípicas, un 20% del ingreso bruto en caso de rifas y concursos no benéficos y un 25% neto en el resto de juegos. Las Comunidades Autónomas mantendrán sus competencias en la concesión de licencias así como en el control de operadores. Del mismo modo, cualquier de juego de carácter presencial deberá estar autorizada por los entes autonómicos. Ahora solo falta su publicación el en BOE para que entre en vigor.